LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN GUANAJUATO

Posicionamientos de los diputados del GPPVEM, presentados en la mañana del jueves en la Sesión de Pleno del Congreso

La igualdad es la cara positiva de la discriminación y a su vez la discriminación es la cara negativa de la igualdad. Ministra Olga Sánchez Cordero.

La violencia contra las mujeres y las niñas en nuestro Estado se incrementa día a día, han sido varios los esfuerzos de los tres poderes del Estado de Guanajuato, cada uno desde su trinchera o en coordinación, para disminuir y eventualmente erradicar la violencia contra las mujeres guanajuatenses.

Actualmente, contamos con varias normas jurídicas, protocolos de género, sistemas, programas y acciones para proteger a las mujeres que sufren violencia en sus diferentes vertientes, prueba de ello es la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, las modificaciones al Código Penal en relación con el delito de feminicidio, el poder Ejecutivo cuenta con un Consejo Estatal para Prevenir, Atender y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, el Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género elaborado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación el cual pretende ayudar a quienes juzgan  a cumplir con su obligación constitucional y convencional de promover, respetar, proteger y garantizar, bajo los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, el derecho a la igualdad y a la no discriminación, consagrados en los artículos primero y cuarto constitucionales.

Pero a pesar de lo anterior, nuestras autoridades parecen que siguen insensibles a los hechos de violencia que padecen nuestras mujeres, nuestros servidores públicos deben actuar con una sensibilidad de género ante cualquier acto que implique violencia contra la mujer.

Es momento de concientizar a nuestras autoridades que este tema es de suma importancia para los guanajuatenses.

Ante casos como el de Lucero, todo parece letra muerta y vanos esfuerzos. El caso de María de la Luz Salcedo Palacios es uno más de los que día con día evidencian la debilidad de las instancias públicas en materia de perspectiva de género.

Hijas, amigas, madres, compañeras, hermanas, corremos el riesgo de ser víctimas de violencia en un Estado donde los ordenamientos legales y las acciones y programas ejecutivos no se ponen en práctica por cuestiones de tecnicismos legales.

Las opiniones de la sociedad organizada son claras, se siente que se minimizan los actos violentos contra las mujeres, haciéndolos pasar por actos de violencia en general sin sensibilidad alguna.

Es obvio que casos como el de Lucero dejan mucho que desear del actuar de la procuración de justicia en el Estado, que pareciera querer ocultar la realidad de la creciente violencia contra la mujer guanajuatense encausando la acción penal hacia delitos que legalmente parecieren encontrar justificación, tienden a no considerar la violencia perpetuada contra las mujeres.

Por el otro lado, la actitud de quien está encargada de velar por la justicia, parece ser insensible al permitir que la víctima fuere re victimizada por la pasividad y tolerancia que presentó la Juez que presidía la audiencia.

Requerimos de un sistema completo que entienda que la violencia de género necesita ser tratada de forma especial. En todos los casos se espera más fuerza en las acusaciones del Ministerio Público y que los Jueces consideren a las víctimas de violencia en una relación asimétrica de poder con su agresor.

Se insiste en la demanda de justicia para Lucero, para que en su nombre se haga presente a las otras miles de víctimas de la violencia hacia las mujeres, muchas de ellas hoy son tristemente un número en las cuentas macabras del feminicidio.

No podemos seguir tolerando y viendo como la falta de sensibilidad de género provoca que personas inocentes sigan sufriendo, sin que a los delincuentes se les someta al castigo de la Ley, lo cual resulta Indignante.

Hoy, el grupo parlamentario del Partido Verde, por mí conducto, es la voz de Lucero, clamamos Justicia para ella, porque Diputadas, Diputados, 

Lucero SOMOS TODAS.