Ante miles de Salmantinos, el Presidente Municipal, Justino Arriaga Rojas emuló la arenga que hiciera Don Miguel Hidalgo y Costilla

Salamanca, Gto. Ante miles de Salmantinos, el Presidente Municipal, Justino Arriaga Rojas emuló la arenga que hiciera Don Miguel Hidalgo y Costilla el 15 de septiembre de 1810 en el pueblo de Dolores, además de vitorear a los héroes Salmantinos, Albino García, Andrés Delgado y Tomasa Estévez, quienes participaron decididamente en la lucha por la Independencia de México.

En primera instancia, el alcalde recibió el fuego simbólico proveniente de San Miguel de Allende y lo llevó al pebetero ante la presencia de los Salmantinos y exclamo: ciudadanos salmantinos! ¡La conspiración ha sido descubierta!, éste fue el mensaje con el que el capitán Aldama llegó ante el cura Don Miguel Hidalgo y Don Ignacio Allende, a las 2 de la mañana de aquel 16 de septiembre de 1810.

“Fue el 13 de septiembre de 1810 cuando el corregidor de Querétaro, Don Miguel Domínguez llegó a su casa y le comunicó a su esposa doña Josefa Ortiz de Domínguez que la conspiración había sido descubierta.

La encerró en una de las habitaciones de la casa para evitar que lo fuera a comprometer pero ella hace ruido para llamar la atención del alcalde Pérez quien acude a la puerta  y por la cerradura de la llave, le da el mensaje para que fuera a comunicárselo al capitán Ignacio allende.

Al no encontrarlo, lo transmite al capitán Aldama quién se dirigió al pueblo de dolores y, a las dos de la mañana del 16 de septiembre llega ente el cura hidalgo y don Ignacio allende quienes se hicieron cargo de la situación.

A partir de ese momento y al clamor de ¡luchemos por la conquista de una patria libre y soberana! aquél puñado de valientes, mal armados y sin ninguna disciplina se lanzaron a la lucha por conseguir un México libre del que hoy todos gozamos.

En remembranza de la jornada histórica que hace 203 años se gestó entre los librepensadores de nuestro país, el gobierno de Querétaro envía este mensaje al gobierno de salamanca para recordar junto con ustedes aquella noche histórica en que da inicio un colosal movimiento que culminó con la independencia de nuestra nación.

¡Compatriotas, que viva México!

Posteriormente en punto de las 11 de la noche, el alcalde, acompañado de su esposa, la señora Crystel Martínez Torres, así como integrantes del H. Ayuntamiento y funcionarios municipales, salió al balcón ubicado en instalaciones de Casa de la Cultura, para cumplir con la ceremonia del Grito de Independencia.

Salmantinos: ¡viva nuestra independencia nacional!, ¡vivan los héroes que nos dieron patria y libertad!, ¡viva Hidalgo!, ¡viva Morelos!, ¡viva Allende!, ¡viva la corregidora!, viva Guerrero!, ¡viva Abasolo!, ¡viva Matamoros!, viva Aldama! viva Tomasa Estévez!, ¡viva Albino García!, ¡viva Andrés Delgado!, ¡viva el padre Rafael Garcilita!, ¡viva Guanajuato!, ¡viva Salamanca!, ¡viva México! ¡Viva México! , ¡Viva México!

Enseguida, el alcalde hizo sonar la campana y ondear la Bandera Nacional, y posteriormente, con todo respeto y al unísono, entonó el himno nacional acompañado de los salmantinos cerca de 6 mil salmantinos, quienes a pesar de la lluvia se dieron cita para festejar nuestra independencia.

Se pudo observar la respuesta de los presentes quienes ondearon sus banderas y posteriormente disfrutaron de esta gran noche mexicana que se vivió en el centro de la ciudad.

Luego, se encaminó a barandilla en donde dejaría en libertad a los presos, acto simbólico como lo hiciera Miguel Hidalgo al inicio de la Lucha por la Independencia de México.

A la puerta del presidio, dijo: "Esta noche privilegiada llamada de la Libertad de los Pueblos, la que identificamos como fecha patriótica, en que conmemoramos el orgullo de ser mexicanos, libres y soberanos, quiero retomar las palabras pronunciadas por el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla, cuando se dirigió a la cárcel a dar libertad a los reos con estas palabras: "Si nuestra meta es la libertad, No habrá prisioneros"; ¡Fuera Todos!.

Y así, dio lectura de todos y cada uno de los liberados, que abandonaron el lugar ante la euforia de los ciudadanos que atestiguaron el acto.