jueves, 11 de septiembre de 2014



Seguridad de los periodistas

Reporteros sin Fronteras



                             Karla Silva

La periodista Guanajuatense golpeada por 2 desconocidos,en su centro de trabajo, en Silao; Gto


El Barómetro de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras demuestra que los países que participan en conflictos violentos son lugares peligrosos para los profesionales de los medios de comunicación:





Los asesinatos de 37 periodistas en el Iraq desde principios de 2006.

3 en Sri Lanka y Colombia y 2 en el Afganistán dan fe de ello.

Pero las cifras de países como México (7 muertes)

Rusia (3)

Filipinas (2)

China (2)

También ponen en evidencia que las vidas de los periodistas están amenazadas incluso en Estados donde aparentemente no hay zonas en guerra.
                   

                    





El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ)

Publicó recientemente pormenores sobre los casos de 580 periodistas que encontraron la muerte en cumplimiento de sus funciones en todo el mundo entre enero de 1992 y agosto de 2006. Según esa información, el 71,4% fue asesinado, el 18,4% fue víctima de fuego cruzado o murió en situaciones de combate y el 10% falleció durante otras misiones peligrosas.

Los reporteros de medios de comunicación impresos son los que se encuentran en mayor riesgo de muerte, excepto en algunas partes del mundo como Filipinas y la India, donde los más expuestos a este peligro son los periodistas de radio y televisión.

Condición de los periodistas y los corresponsales de guerra en situación de conflicto



"Las muertes de los periodistas suelen agudizarse en tiempos de guerra, pasando de aproximadamente 26 en los años en los que no hay conflictos significativos a unas 46 en años de guerras importantes. En varios de los países donde mayor es el riesgo de muerte para los periodistas (Iraq, Argelia, Colombia y Bosnia, por ejemplo) se reflejan así las guerras que han puesto en peligro a todos los ciudadanos."

Desde el comienzo de la guerra del Iraq, que constituye el conflicto más mortífero para los profesionales de los medios desde la Segunda Guerra Mundial, han muerto 137 periodistas y miembros del personal de los medios de comunicación.

Los recientes conflictos en el Líbano o Somalia han demostrado nuevamente que los periodistas que trabajan en zonas de conflicto son particularmente vulnerables, a pesar de que los ataques contra los periodistas y los equipos de los medios de comunicación son contrarios al derecho humanitario internacional, que protege a las personas y los bienes civiles, siempre y cuando no contribuyan a la acción militar.

Aunque los profesionales de los medios de comunicación que trabajan en zonas de conflicto tienen condición de civiles, algunos beligerantes respetan cada vez menos esta condición y el derecho humanitario internacional.

De acuerdo con el análisis realizado por el CPJ, los periodistas que trabajan en zonas en guerra (en especial los reporteros locales) no suelen morir a causa de balas perdidas.

En realidad, las más de las veces se trata de asesinatos. El fuego cruzado en los combates es sólo la segunda causa de muerte, pero sí es la principal causa en el caso de periodistas internacionales.

Como los periodistas y corresponsales de guerra que cubren los conflictos no reciben total garantía de seguridad de los beligerantes, el medio de comunicación que los envía a las zonas de conflicto tiene la responsabilidad de limitar los riesgos y brindarles protección, ofrecerles garantías básicas y, de ser necesario, otorgarles una indemnización, independientemente de que se trate de asalariados o independientes, o de periodistas locales o internacionales.

La protección no debe consistir en ningún caso en una incorporación de los periodistas por parte de las unidades del ejército, como sucedió en la guerra del Iraq, o de las autoridades gubernamentales.

En cambio, se debe informar a las fuerzas militares sobre los derechos de los periodistas en las zonas de conflicto.

En 2005, el CPJ y Human Rights Watch instaron al Secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, a tomar medidas elementales para mejorar la seguridad en los puestos de control militares en el Iraq.
Entre las recomendaciones, muchas de las cuales fueron respaldadas por las tropas, se pedía la aplicación de métodos no letales, como abrojos, para detener vehículos; la utilización de señales internacionales para advertir a los conductores; y el uso de luces de advertencia. Las fuerzas militares deben estar dispuestas a investigar las muertes de periodistas, aunque no hayan sido intencionales.


Vulnerabilidad de los periodistas locales

De todos los periodistas que trabajan en situaciones peligrosas, los reporteros locales son los que más riesgo corren de ser víctimas de la violencia.

           



Según el análisis del CPJ, el 85% de los periodistas que han muerto no eran corresponsales extranjeros que cubrían zonas de guerra, sino periodistas locales cumpliendo labores.

En la mayoría de los casos no fueron asesinados durante sus misiones, sino en sus oficinas, desplazamientos u hogares.

En nueve de cada diez asesinatos, de acuerdo con el CPJ, mostraban indicios de que habían sido premeditados, tales como una planificación minuciosa, la presencia de grupos de asaltantes y ejecuciones de tipo mafioso.

En las zonas de conflicto y en los países en los que a la libertad de prensa no se le da su justo valor, los periodistas se convierten en objetivos de grupos rebeldes, milicias, narcotraficantes, extremistas o políticos corruptos.

Mientras que los periodistas internacionales están con frecuencia fuertemente equipados y protegidos, los periodistas locales no siempre cuentan con los medios de protegerse de manera adecuada. Toda estrategia de seguridad debe tener como objetivo impartir formación en materia de seguridad a los periodistas locales y elaborar normas internacionales para la formación sobre la seguridad y el equipo.

  

Organizaciones delictivas, corrupción y periodismo de investigación

"Aunque se maneje la información de manera profesional y correcta, sin la vigilancia de los medios de comunicación y la sociedad civil, y la valentía de los periodistas de investigación, y en particular de los informantes, la corrupción continuará ganando terreno."

Garantizar el derecho a la libertad de prensa debe ser una prioridad para todos los gobiernos del mundo.

Con mucha frecuencia, los periodistas no cuentan con la libertad necesaria para revelar casos de corrupción o abuso de poder, denunciar violaciones de los derechos humanos y promover un diálogo abierto entre el Estado y la sociedad civil.

Las medidas que toman los distintos gobiernos para controlar los medios de comunicación, directa o indirectamente, tienen distintas motivaciones, pero amenazan de manera idéntica el proceso democrático.

El análisis del CPJ confirma nuevamente está aseveración: cerca de una cuarta parte de los periodistas asesinados en los últimos 15 años cubrían temas de índole política, entre ellos una quinta parte pretendía revelar casos de corrupción.

Es fundamental subrayar la importancia del libre acceso a la información y la libertad de prensa en la lucha contra la corrupción y para el fomento de la buena gestión de la vida pública.


Fuente: UNESCO 2014


Impunidad de los crímenes contra periodistas

“El asesinato, el terrorismo, el secuestro, las presiones, la intimidación, la prisión injusta de los periodistas, la destrucción material de los medios de comunicación, la violencia de cualquier tipo y la impunidad de los agresores, coartan severamente la libertad de expresión y de prensa.

Estos actos deben ser investigados con prontitud y sancionados con severidad” (Párrafo 4 de la Declaración de Chapultepec)

Uno de los principales temas de debate es un problema extremadamente grave e inquietante, a saber, que la mayor parte de los crímenes contra los periodistas y otros profesionales de los medios de comunicación quedan impunes.

En los últimos 15 años, según el Comité para la Protección de los Periodistas, cerca del 85% de los responsables de asesinatos de periodistas no fueron investigados ni enjuiciados por sus crímenes. Incluso en los casos en que los asesinatos se investigaron más ampliamente y se obtuvieron algunas sentencias, los autores intelectuales fueron juzgados en sólo el 7%.

En los países azotados por conflictos, en particular, es frecuente que no se haga justicia en relación con los asesinatos, debido a que la policía y el sistema judicial no funcionan correctamente.

En algunos casos, las autoridades sencillamente no están interesadas en investigar el caso, y en otros pretenden deliberadamente ocultar la verdad prohibiendo las investigaciones al respecto.

La impunidad también afecta las muertes durante los combates de los periodistas. El CPJ analizó 22 casos, en los que la familia o los colegas pedían que se realizaran investigaciones.
En 14 de dichos casos, no se emprendió ninguna acción o no se publicaron los resultados.
                    
                         
En los ocho restantes, las investigaciones eximieron de culpa a los soldados.

El asesinato y la detención de los periodistas, así como las amenazas contra ellos, constituyen una grave violación de la libertad de expresión, y por ende también socavan las bases de la democracia.

La impunidad sólo agrava la situación. Mientras que los autores de los crímenes sepan que no deberán responder por sus actos, los periodistas seguirán siendo blancos fáciles.

En 1997, la Conferencia General de la UNESCO aprobó una resolución en la que condena la violencia contra los periodistas.

Tiene como objetivo sensibilizar a los gobiernos y a las organizaciones internacionales y regionales sobre el tema y, de esa manera, tratar de luchar contra la cultura de impunidad existente. Para aplicar esta resolución, sería útil examinar con todos los interlocutores profesionales los esfuerzos que se han realizado y las estructuras que se han creado.



RESOLUCIÓN 29

Relativa a la “Condena de la violencia contra los periodistas"
29ª reunión de la Conferencia General, París, noviembre de 1997




RESOLUCIÓN 1738

El Consejo de Seguridad condena los ataques contra periodistas en situaciones de conflicto y aprueba de manera unánime la Resolución 1738 (2006)

5613ª sesión del Consejo de Seguridad



Mientras tanto en México 

Demandan aprobación de dictamen

Apoyo de organismos internacionales a ley de protección a periodistas




Organizaciones internacionales expresaron apoyo al proceso legislativo de instauración de un mecanismo de protección para los defensores de los derechos humanos y periodistas en México y exhortaron al gobierno a garantizar la aplicación de dicho instrumento.

En una carta dirigida al Congreso de la Unión así como a la Secretaría de Gobernación, resaltaron que los activistas y los comunicadores siguen siendo sujetos de actos de intimidación, acoso judicial, detenciones arbitrarias, amenazas de muerte, agresiones físicas, desapariciones forzadas y asesinatos, debido a las actividades que realizan en defensa de los derechos humanos y el ejercicio de la libertad de expresión y del periodismo.



La preocupación por la falta de protección a dichos sectores ha sido expresada en diversos organismos internacionales.

Tanto el Examen Periódico Universal de México de 2009, como la relatora especial de Naciones Unidas (ONU) sobre la situación de los Defensores de los Derechos Humanos, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos y los relatores especiales para la libertad de expresión de la ONU y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señalaron que en la década reciente México se ha convertido en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.

La misiva, suscrita entre otros por Amnistía Internacional, Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura (ACAT) Francia y Brigadas Internacionales de Paz, también advierte que la falta de adecuación y eficacia de las actuales medidas de protección explica la severidad, la frecuencia y la impunidad de los abusos que sufren defensores y periodistas.

De hecho, indica el texto, los afectados han reportado deficiencias en la aplicación de medidas de protección, falta de coordinación entre los organismos estatales que participan en la implementación de las medidas y deficiente seguimiento puntual de las obligaciones asumidas.

De ahí, señalan, la importancia de que tanto el Senado como la Cámara de Diputados aprueben el dictamen respectivo, a fin de lograr un avance importante en el contexto legal y para garantizar la protección de los defensores de derechos humanos, más allá del resultado del proceso electoral, apuntaron las agrupaciones.

Fuente: Organización Reporteros sin Fronteras. Por Rodrigo Aguiar y Arturo Ascención Miércoles, 19 de diciembre de 2012 

México es el cuarto país más peligroso en el mundo para ejercer el periodismo y la impunidad de los crímenes contra los periodistas



México es el cuarto país más peligroso en el mundo para ejercer el periodismo y la impunidad de los crímenes contra los periodistas continúa pese a medidas tomadas por el gobierno federal durante el sexenio de Felipe Calderón, de acuerdo con la organización Reporteros sin Fronteras  (RSF).

A pesar de la creación de una fiscalía especial y la posibilidad de que las autoridades federales investiguen estos casos, hay falta investigación y coordinación entre el poder judicial a nivel federal y estatal, de acuerdo con Benoit Hervieu, encargado de despacho para las Américas de RSF, que este miércoles publicó un reporte sobre la violencia contra periodistas.

Si bien Hervieu consideró positiva la reforma que aprobó el Congreso mexicano en marzo de este año, la cual permite a la Federación atraer los casos de delitos contra periodistas, dijo que "si no hay recursos para investigar, si la federalización solo sirve para clasificar los casos, no sirve para nada".

En su informe, la organización señaló que en México se registraron seis asesinatos de periodistas durante 2012, solo por debajo de países como Siria, Somalia y Paquistán.

En entrevista con CNNMéxico, Hervieu dijo que hubo intimidación contra la prensa en el contexto de una Estrategia Nacional de Seguridad implementada por Calderón desde que asumió la presidencia, en 2006.

"La violencia ?exponencial en seis años de ofensiva federal contra los cárteles? se cierne sobre los periodistas que se atreven a tratar temas relacionados con el narcotráfico, la corrupción, la infiltración del a mafia entre las autoridades locales o federales, y las violaciones a los derechos humanos atribuidas a estas mismas autoridades", señaló RSF en su reporte.

CNNMéxico buscó obtener una reacción de la Fiscalía para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas, pero no obtuvo respuesta.

RSF espera que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto cambie la estrategia del gobierno pasado, ya que "no resolvió nada, aumentó la violencia" y "sirvió a la causa de varios cárteles contra otros", de acuerdo con Hervieu.

En tanto, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), publicó este martes un reporte en el que indicó que México es uno de los países más peligrosos para ejercer esta profesión.

La organización indicó que, con 67 periodistas muertos en todo el mundo, 2012 va en camino a convertirse en uno de los años más letales para la prensa desde 1992, cuando comenzó a recabar los datos.

"En México, donde la violencia provocada por el crimen organizado ha supuesto peligros extraordinarios para la prensa, el CPJ confirmó que un periodista ?el independiente Adrián Silva Moreno? fue muerto por su labor periodística en 2012", señaló el reporte.

El CPJ informó que continúa indagando el motivo de otras cinco muertes de periodistas en México. 

"La impunidad es un agravante. El tema de la violencia está excediendo a la libertad de prensa para convertirse en un problema de afectación de derechos fundamentales como la libertad de expresión y el derecho a la información", dijo Carlos Lauría, coordinador de programa del CPJ.

"Esto debe de ser una nueva prioridad para la nueva administración", aseguró Lauría, en entrevista con CNNMéxico. "Desafortunadamente no hemos visto que este tema sea prioritario en la agenda del nuevo gobierno".

María Salazar-Ferro, coordinadora del Programa de Asistencia enfocado en la impunidad de casos contra periodistas, informó en la página del CPJ que en México el 90% de los casos de agresiones a periodistas quedan impunes.

"Todos los ojos están puestos en el nuevo presidente Enrique Peña Nieto para garantizar procesos judiciales en los casos de periodistas asesinados, y proporcionar protección para los que siguen trabajando", expresó la coordinadora.

Pakistán, Somalia y Siria, focos rojos en el mundo

El reporte del CPJ precisó que la guerra civil de Siria, un número récord de asesinatos en Somalia, la incesante violencia en Pakistán y el aumento en los casos de periodistas brasileños asesinados contribuyeron a un aumento del 42% en las muertes de periodistas, en comparación con 2011.

Por su parte, RSF indicó que 2012 fue el año en que ha registrado más muertes de informadores en todo el mundo, un total de 88, desde que comenzó a hacer un estudio al respecto, en 1995.

Brasil registró cinco asesinatos, Pakistán registró nueve, y se registraron 18 en Somalia. En Siria "fueron asesinados al menos 17 periodistas ciudadanos, 44 periodistas y cuatro colaboradores de los medios de comunicación", indicó RSF en un comunicado.

"El número de periodistas que fueron asesinados en el ejercicio de su profesión aumentó 33% respecto a 2011", cuando se registraron 66 asesinatos.

"Para establecer estas cifras, Reporteros sin Fronteras se basa en datos precisos, recabados a lo largo del año gracias a su labor de vigilancia de las violaciones a la libertad de expresión", indicó.


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