Seguridad
de los periodistas
Reporteros
sin Fronteras
Karla Silva
La periodista Guanajuatense golpeada por 2 desconocidos,en su centro de trabajo, en Silao; Gto
El
Barómetro de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras demuestra que
los países que participan en conflictos violentos son lugares peligrosos para
los profesionales de los medios de comunicación:
Los asesinatos de 37
periodistas en el Iraq desde principios de 2006.
3 en Sri Lanka y Colombia y
2 en el Afganistán dan fe de ello.
Pero las cifras de países
como México (7 muertes)
Rusia (3)
Filipinas (2)
China (2)
También
ponen en evidencia que las vidas de los periodistas están amenazadas incluso en
Estados donde aparentemente no hay zonas en guerra.
El
Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ)
Publicó recientemente
pormenores sobre los casos de 580 periodistas que encontraron la
muerte en cumplimiento de sus funciones en todo el mundo entre enero de 1992 y
agosto de 2006. Según esa información, el 71,4% fue asesinado, el 18,4% fue
víctima de fuego cruzado o murió en situaciones de combate y el 10% falleció
durante otras misiones peligrosas.
Los
reporteros de medios de comunicación impresos son los que se encuentran en
mayor riesgo de muerte, excepto en algunas partes del mundo como Filipinas y la
India, donde los más expuestos a este peligro son los periodistas de radio y
televisión.
Condición
de los periodistas y los corresponsales de guerra en situación de conflicto
"Las
muertes de los periodistas suelen agudizarse en tiempos de guerra, pasando de
aproximadamente 26 en los años en los que no hay conflictos significativos a
unas 46 en años de guerras importantes. En varios de los países donde mayor es
el riesgo de muerte para los periodistas (Iraq, Argelia, Colombia y Bosnia, por
ejemplo) se reflejan así las guerras que han puesto en peligro a todos los
ciudadanos."
Desde
el comienzo de la guerra del Iraq, que constituye el conflicto más mortífero
para los profesionales de los medios desde la Segunda Guerra Mundial, han
muerto 137 periodistas y miembros del personal de los medios de comunicación.
Los
recientes conflictos en el Líbano o Somalia han demostrado nuevamente que los
periodistas que trabajan en zonas de conflicto son particularmente vulnerables,
a pesar de que los ataques contra los periodistas y los equipos de los medios
de comunicación son contrarios al derecho humanitario internacional, que
protege a las personas y los bienes civiles, siempre y cuando no contribuyan a
la acción militar.
Aunque
los profesionales de los medios de comunicación que trabajan en zonas de
conflicto tienen condición de civiles, algunos beligerantes respetan cada vez
menos esta condición y el derecho humanitario internacional.
De
acuerdo con el análisis realizado por el CPJ, los periodistas que trabajan en
zonas en guerra (en especial los reporteros locales) no suelen morir a causa de
balas perdidas.
En
realidad, las más de las veces se trata de asesinatos. El fuego cruzado en los
combates es sólo la segunda causa de muerte, pero sí es la principal causa en
el caso de periodistas internacionales.
Como
los periodistas y corresponsales de guerra que cubren los conflictos no reciben
total garantía de seguridad de los beligerantes, el medio de comunicación que
los envía a las zonas de conflicto tiene la responsabilidad de limitar los riesgos
y brindarles protección, ofrecerles garantías básicas y, de ser necesario,
otorgarles una indemnización, independientemente de que se trate de asalariados
o independientes, o de periodistas locales o internacionales.
La
protección no debe consistir en ningún caso en una incorporación de los
periodistas por parte de las unidades del ejército, como sucedió en la guerra
del Iraq, o de las autoridades gubernamentales.
En
cambio, se debe informar a las fuerzas militares sobre los derechos de los
periodistas en las zonas de conflicto.
En
2005, el CPJ y Human Rights Watch instaron al Secretario de Defensa
estadounidense, Donald Rumsfeld, a tomar medidas elementales para mejorar la
seguridad en los puestos de control militares en el Iraq.
Entre
las recomendaciones, muchas de las cuales fueron respaldadas por las tropas, se
pedía la aplicación de métodos no letales, como abrojos, para detener
vehículos; la utilización de señales internacionales para advertir a los
conductores; y el uso de luces de advertencia. Las fuerzas militares deben
estar dispuestas a investigar las muertes de periodistas, aunque no hayan sido
intencionales.
Vulnerabilidad
de los periodistas locales
De
todos los periodistas que trabajan en situaciones peligrosas, los reporteros
locales son los que más riesgo corren de ser víctimas de la violencia.
Según
el análisis del CPJ, el 85% de los periodistas que han muerto no eran
corresponsales extranjeros que cubrían zonas de guerra, sino periodistas
locales cumpliendo labores.
En la mayoría de los casos
no fueron asesinados durante sus misiones, sino en sus oficinas,
desplazamientos u hogares.
En
nueve de cada diez asesinatos, de acuerdo con el CPJ, mostraban indicios de que
habían sido premeditados, tales como una planificación minuciosa, la presencia
de grupos de asaltantes y ejecuciones de tipo mafioso.
En
las zonas de conflicto y en los países en los que a la libertad de prensa no se
le da su justo valor, los periodistas se convierten en objetivos de grupos
rebeldes, milicias, narcotraficantes, extremistas o políticos corruptos.
Mientras
que los periodistas internacionales están con frecuencia fuertemente equipados
y protegidos, los periodistas locales no siempre cuentan con los medios de
protegerse de manera adecuada. Toda estrategia de seguridad debe tener como
objetivo impartir formación en materia de seguridad a los periodistas locales y
elaborar normas internacionales para la formación sobre la seguridad y el
equipo.
Organizaciones
delictivas, corrupción y periodismo de investigación
"Aunque
se maneje la información de manera profesional y correcta, sin la vigilancia de
los medios de comunicación y la sociedad civil, y la valentía de los
periodistas de investigación, y en particular de los informantes, la corrupción
continuará ganando terreno."
Garantizar
el derecho a la libertad de prensa debe ser una prioridad para todos los
gobiernos del mundo.
Con
mucha frecuencia, los periodistas no cuentan con la libertad necesaria para
revelar casos de corrupción o abuso de poder, denunciar violaciones de los
derechos humanos y promover un diálogo abierto entre el Estado y la sociedad
civil.
Las
medidas que toman los distintos gobiernos para controlar los medios de
comunicación, directa o indirectamente, tienen distintas motivaciones, pero
amenazan de manera idéntica el proceso democrático.
El
análisis del CPJ confirma nuevamente está aseveración: cerca de una cuarta
parte de los periodistas asesinados en los últimos 15 años cubrían temas de
índole política, entre ellos una quinta parte pretendía revelar casos de
corrupción.
Es
fundamental subrayar la importancia del libre acceso a la información y la
libertad de prensa en la lucha contra la corrupción y para el fomento de la
buena gestión de la vida pública.
Fuente:
UNESCO 2014
Impunidad
de los crímenes contra periodistas
“El
asesinato, el terrorismo, el secuestro, las presiones, la intimidación, la
prisión injusta de los periodistas, la destrucción material de los medios de
comunicación, la violencia de cualquier tipo y la impunidad de los agresores,
coartan severamente la libertad de expresión y de prensa.
Estos
actos deben ser investigados con prontitud y sancionados con severidad”
(Párrafo 4 de la Declaración de Chapultepec)
Uno
de los principales temas de debate es un problema extremadamente grave e
inquietante, a saber, que la mayor parte de los crímenes contra los periodistas
y otros profesionales de los medios de comunicación quedan impunes.
En
los últimos 15 años, según el Comité para la Protección de los Periodistas,
cerca del 85% de los responsables de asesinatos de periodistas no fueron
investigados ni enjuiciados por sus crímenes. Incluso en los casos en que los
asesinatos se investigaron más ampliamente y se obtuvieron algunas sentencias,
los autores intelectuales fueron juzgados en sólo el 7%.
En
los países azotados por conflictos, en particular, es frecuente que no se haga
justicia en relación con los asesinatos, debido a que la policía y el sistema
judicial no funcionan correctamente.
En
algunos casos, las autoridades sencillamente no están interesadas en investigar
el caso, y en otros pretenden deliberadamente ocultar la verdad prohibiendo las
investigaciones al respecto.
La
impunidad también afecta las muertes durante los combates de los periodistas.
El CPJ analizó 22 casos, en los que la familia o los colegas pedían que se
realizaran investigaciones.
En
14 de dichos casos, no se emprendió ninguna acción o no se publicaron los
resultados.
En
los ocho restantes, las investigaciones eximieron de culpa a los soldados.
El
asesinato y la detención de los periodistas, así como las amenazas contra
ellos, constituyen una grave violación de la libertad de expresión, y por ende
también socavan las bases de la democracia.
La
impunidad sólo agrava la situación. Mientras que los autores de los crímenes
sepan que no deberán responder por sus actos, los periodistas seguirán siendo
blancos fáciles.
En
1997, la Conferencia General de la UNESCO aprobó una resolución en la que
condena la violencia contra los periodistas.
Tiene
como objetivo sensibilizar a los gobiernos y a las organizaciones
internacionales y regionales sobre el tema y, de esa manera, tratar de luchar
contra la cultura de impunidad existente. Para aplicar esta resolución, sería
útil examinar con todos los interlocutores profesionales los esfuerzos que se
han realizado y las estructuras que se han creado.
RESOLUCIÓN 29
Relativa a la “Condena de la
violencia contra los periodistas"
29ª reunión de la
Conferencia General, París, noviembre de 1997
RESOLUCIÓN 1738
El Consejo de Seguridad
condena los ataques contra periodistas en situaciones de conflicto y aprueba de
manera unánime la Resolución 1738 (2006)
5613ª sesión del Consejo de
Seguridad
Mientras tanto en México
Demandan
aprobación de dictamen
Apoyo de organismos internacionales a ley de protección a
periodistas
Organizaciones
internacionales expresaron apoyo al proceso legislativo de instauración de un
mecanismo de protección para los defensores de los derechos humanos y
periodistas en México y exhortaron al gobierno a garantizar la aplicación de
dicho instrumento.
En
una carta dirigida al Congreso de la Unión así como a la Secretaría de
Gobernación, resaltaron que los activistas y los comunicadores siguen siendo
sujetos de actos de intimidación, acoso judicial, detenciones arbitrarias,
amenazas de muerte, agresiones físicas, desapariciones forzadas y asesinatos,
debido a las actividades que realizan en defensa de los derechos humanos y el
ejercicio de la libertad de expresión y del periodismo.
La
preocupación por la falta de protección a dichos sectores ha sido expresada en
diversos organismos internacionales.
Tanto
el Examen Periódico Universal de México de 2009, como la relatora especial de
Naciones Unidas (ONU) sobre la situación de los Defensores de los Derechos
Humanos, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos y los relatores
especiales para la libertad de expresión de la ONU y de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos señalaron que en la década reciente México
se ha convertido en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el
periodismo.
La
misiva, suscrita entre otros por Amnistía Internacional, Acción de los
Cristianos para la Abolición de la Tortura (ACAT) Francia y Brigadas
Internacionales de Paz, también advierte que la falta de adecuación y eficacia
de las actuales medidas de protección explica la severidad, la frecuencia y la
impunidad de los abusos que sufren defensores y periodistas.
De
hecho, indica el texto, los afectados han reportado deficiencias en la
aplicación de medidas de protección, falta de coordinación entre los organismos
estatales que participan en la implementación de las medidas y deficiente
seguimiento puntual de las obligaciones asumidas.
De
ahí, señalan, la importancia de que tanto el Senado como la Cámara de Diputados
aprueben el dictamen respectivo, a fin de lograr un avance importante en el
contexto legal y para garantizar la protección de los defensores de derechos
humanos, más allá del resultado del proceso electoral, apuntaron las
agrupaciones.
Fuente: Organización Reporteros sin Fronteras. Por Rodrigo Aguiar y
Arturo Ascención Miércoles, 19 de diciembre de 2012
México es el cuarto país más
peligroso en el mundo para ejercer el periodismo y la impunidad de los crímenes
contra los periodistas continúa pese a medidas tomadas por el gobierno federal
durante el sexenio de Felipe Calderón, de acuerdo con la organización
Reporteros sin Fronteras (RSF).
A pesar de la creación de una
fiscalía especial y la posibilidad de que las autoridades federales investiguen
estos casos, hay falta investigación y coordinación entre el poder judicial a
nivel federal y estatal, de acuerdo con Benoit Hervieu, encargado de despacho
para las Américas de RSF, que este miércoles publicó un reporte sobre la violencia
contra periodistas.
Si bien Hervieu consideró positiva
la reforma que aprobó el Congreso mexicano en marzo de este año, la cual
permite a la Federación atraer los casos de delitos contra periodistas, dijo
que "si no hay recursos para investigar, si la federalización solo sirve
para clasificar los casos, no sirve para nada".
En su informe, la organización
señaló que en México se registraron seis asesinatos de periodistas durante
2012, solo por debajo de países como Siria, Somalia y Paquistán.
En entrevista con CNNMéxico, Hervieu
dijo que hubo intimidación contra la prensa en el contexto de una Estrategia
Nacional de Seguridad implementada por Calderón desde que asumió la
presidencia, en 2006.
"La violencia ?exponencial en
seis años de ofensiva federal contra los cárteles? se cierne sobre los
periodistas que se atreven a tratar temas relacionados con el narcotráfico, la
corrupción, la infiltración del a mafia entre las autoridades locales o
federales, y las violaciones a los derechos humanos atribuidas a estas mismas
autoridades", señaló RSF en su reporte.
CNNMéxico buscó obtener una
reacción de la Fiscalía para la Atención de Delitos Cometidos contra
Periodistas, pero no obtuvo respuesta.
RSF espera que el gobierno del
presidente Enrique Peña Nieto cambie la estrategia del gobierno pasado, ya que
"no resolvió nada, aumentó la violencia" y "sirvió a la causa de
varios cárteles contra otros", de acuerdo con Hervieu.
En tanto, el Comité para la
Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), publicó este martes
un reporte en el que indicó que México es uno de los países más peligrosos para
ejercer esta profesión.
La organización indicó que, con 67
periodistas muertos en todo el mundo, 2012 va en camino a convertirse en uno de
los años más letales para la prensa desde 1992, cuando comenzó a recabar los
datos.
"En México, donde la violencia
provocada por el crimen organizado ha supuesto peligros extraordinarios para la
prensa, el CPJ confirmó que un periodista ?el independiente Adrián Silva
Moreno? fue muerto por su labor periodística en 2012", señaló el reporte.
El CPJ informó que continúa
indagando el motivo de otras cinco muertes de periodistas en México.
"La impunidad es un agravante.
El tema de la violencia está excediendo a la libertad de prensa para
convertirse en un problema de afectación de derechos fundamentales como la
libertad de expresión y el derecho a la información", dijo Carlos Lauría,
coordinador de programa del CPJ.
"Esto debe de ser una nueva
prioridad para la nueva administración", aseguró Lauría, en entrevista con
CNNMéxico. "Desafortunadamente no hemos visto que este tema sea
prioritario en la agenda del nuevo gobierno".
María Salazar-Ferro, coordinadora
del Programa de Asistencia enfocado en la impunidad de casos contra
periodistas, informó en la página del CPJ que en México el 90% de los casos de
agresiones a periodistas quedan impunes.
"Todos los ojos están puestos
en el nuevo presidente Enrique Peña Nieto para garantizar procesos judiciales
en los casos de periodistas asesinados, y proporcionar protección para los que
siguen trabajando", expresó la coordinadora.
Pakistán, Somalia y Siria, focos
rojos en el mundo
El reporte del CPJ precisó que la
guerra civil de Siria, un número récord de asesinatos en Somalia, la incesante
violencia en Pakistán y el aumento en los casos de periodistas brasileños
asesinados contribuyeron a un aumento del 42% en las muertes de periodistas, en
comparación con 2011.
Por su parte, RSF indicó que 2012
fue el año en que ha registrado más muertes de informadores en todo el mundo,
un total de 88, desde que comenzó a hacer un estudio al respecto, en 1995.
Brasil registró cinco asesinatos,
Pakistán registró nueve, y se registraron 18 en Somalia. En Siria "fueron
asesinados al menos 17 periodistas ciudadanos, 44 periodistas y cuatro
colaboradores de los medios de comunicación", indicó RSF en un comunicado.
"El número de periodistas que
fueron asesinados en el ejercicio de su profesión aumentó 33% respecto a
2011", cuando se registraron 66 asesinatos.
"Para establecer estas cifras,
Reporteros sin Fronteras se basa en datos precisos, recabados a lo largo del
año gracias a su labor de vigilancia de las violaciones a la libertad de
expresión", indicó.
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